La parrilla de Iván

Aún tenemos en el paladar el regusto de la carrera celebrada el pasado domingo 25 de marzo en  Albert Park  y sin embargo la  F1  no para. No será este próximo fin de semana, pero sí el siguiente, cuando tengamos de nuevo a los monoplazas en acción, será el segundo  GP  de la temporada, en esta ocasión en  Bahréin . 

El  party mode  de Mercedes ha provocado la alarma en el resto de los equipos de la F1. Lewis Hamilton logró la pole en la Q3 con un ritmo impresionante. Eso ha suscitado que se piense que tienen un mapa de motor especial para los últimos momentos de la calificación. 

Como suele ocurrir a menudo en el deporte, cuando alguien inesperado despunta, las miradas se posan de repente en ese punto y los más suspicaces   siempre tratan de encontrar algún motivo no tan claro que explique ese surgimiento.

Fernando Alonso vuelve a ser competitivo y eso significa que puede luchar rueda a rueda entre los mejores pilotos de la Fórmula 1, lo que incluye a Max Verstappen. El holandés iba justo detrás de él cuando llegó el tiempo de coche de seguridad virtual durante la carrera de Australia. Que el de Red Bull le adelantara con bandera amarilla, algo en contra del reglamento, obligó al holandés a devolverle la posición al de McLaren, pero en un primer momento el bicampeón del mundo no se fiaba de Max.

Fernando Alonso y McLaren superaron con buena nota su puesta de largo con Renault. El quinto puesto del asturiano, que acabó el primero de la ‘segunda división’, es un buen balance y le ha abierto el apetito de resultados. Esa ‘hambre de podios y victorias’, dos dulces que hace tiempo que no catan ni Fernando ni el equipo de Woking.